Uno toma este
libro en sus manos, lo examina y lo que destaca inmediatamente, es que no tiene
nada escrito en sus exteriores. Tanto en la portada como en la parte posterior,
no figura un título ni el nombre de su autor. Uno halla únicamente una
cartulina de color rojo, un montón de hojas pegadas, sin lomo. Diría que
“materialmente”, parece más un cuadernillo o un block, que un libro. Lo que
viene a la mente desde un inicio es la idea de precariedad.
Ya al interior
de este, puede leerse el título que reza “Mashqa” (Sin editorial, 2015), de
Antonio Chumbile (Lima, 1990) y uno puede colegir tras notar como este ha sido
elaborado, que este libro fue “escrito con las mismas manos del autor, física y
simbólicamente hablando.
El libro inicia
con la frase, “Les presento la vida”, una presentación que apela a un
nosotros, y que aparenta ser un
nacimiento interrumpido, “Pujamos muertos” (mucho pesimismo en este gesto),
seguido por un epígrafe de su mamá “Naciste para llorar./ Creíamos que eras
mudo./ Por eso tuvieron que pegarte” como si la experiencia de la vida
indefectiblemente te recordara la presencia de la muerte. Seguidamente, en los
primeros versos, la interlocución “Claro hermano cómo no/ cuánto alivio sería
nacer/ con un poemario bajo el brazo” y allí después de referir la palabra
“precariedad” uno puede pensar en otra: “desamparo” y en como la poesía salva.
El poemario
está dividido en los siete días de la semana, pero empezando por el domingo. La
identificación con el libro del Génesis de la Biblia y la creación es casi
directa. Todos estos elementos configuran la imagen del nacimiento a la vida
¿literaria?, resaltando que este génesis parte del día en que Dios estaba
descansando, lo cual sugiere una postergación que experimenta este sujeto
poético, que aparece cuando nadie lo ha llamado.
Lo que sigue a
continuación son mayormente poemas de largo aliento con una propuesta verbal
que impresiona por su diversidad de recursos, que asemejan la propuesta del
“poema integral” propugnada por Juan Ramírez Ruiz y Jorge Pimentel en Hora
Zero, de querer expresarlo todo y a todos, especialmente la voz de aquellos
sujetos que no tenían espacio dentro de nuestra poesía. Allí se despliega: el
uso recurrente de aliteraciones, alocuciones en segunda persona (no muy
comunes), el empleo de técnicas empleadas por la vanguardia como la interacción
entre imágenes y textos, inserciones de direcciones de páginas de internet, la
habilidad para quebrar la sintaxis convencional y generar pasajes polifónicos
como: “SOMOS NUEVA PIEL/ te estiro hasta mi techo/ mis bolsas/ y eructamos Yunza/
estallo CaRnAvALeS!” que evidencian un conocimiento de nuestra tradición
poética, donde confluye lo conversacional, lo barroco y otras tendencias, que
recuerda a otros autores, especialmente peruanos, pero que Chumbile resuelve en
una poesía con estilo personal.
Si en Vallejo
la relación con el espacio familiar es clave, por ser depositario de un lugar
de seguridad y amor, en el caso de Chumbile la familia es un espacio generador
de violencia, como expresión de cómo es el mundo, que lo golpea de manera
inusitada y rutinaria. En las dos poéticas se percibe una voz poética que vive
el desamparo, pero en el caso de Chumbile por lo antes referido, no hay
retorno, no hay nostalgia que sentir.
Los dos hablan con Dios directamente, a la manera de personajes
bíblicos, marcados además por una ética que resalta la solidaridad con los
demás seres humanos.
En otros
pasajes el lenguaje de Mashqa recuerda poéticas urbanas como la de los versos
“aconchasumadrados” de Jorge Pimentel, reiterando puntos en común con HZ, u
otros nombres en una línea similar. Poemas pedestres, que suben a los buses,
poemas albañiles, con cemento en los zapatos, como los de Leoncio Bueno, o de
Cesáreo Martínez en “Cinco Razones Puras para comprometerse con la huelga”, el
cual pondría como contratapa de su libro, las palabras de un obrero de
construcción civil, en franca alusión a la extracción popular de su poesía.
Chumbile en cambio, pone como citas las palabras de personajes como su “mamá” o
su “profe”, evidenciando una retórica de la humildad.
Lo oral se
reivindica frente a lo escritural, se da una reinversión de la relación de
poder en el lenguaje poético. Oral que es más cercano al grito, al clamor
popular, al que ignora la escritura, al que no accedió a la educación pero que
eso tampoco lo calla. Dice: “Puedes hacer una casa y un techo sin soltar el
lápiz?/ Nosotros hicimos un pueblo sin soltarnos la lengua”.
Oralidad que va
de la mano con una estética de la precariedad, una poética de la pobreza, un
uso del lenguaje como un material innoble, pero lleno de vida, que recuerda
algunos elementos de la obra de Domingo de Ramos, en el lenguaje lumpenesco que
por momentos aborda: “Pero más cerca de mí que la poesía esta la pelada maldad,
viejo./ La chela. Mi esquina cicatrizada aquí, aquí y aquí”; en esa violencia
caminando por el arenal, en el ritmo trepidante, pero con una mirada actual,
que decanta, como un huayco poderoso. Si pudiera ponerle música a los dos,
elegiría algún tema de la movida subte para Domingo y un huayno para Chumbile. Los
dos como expresión de un sujeto poético migrante; Domingo más afincado en Lima
y Chumbile en cambio, con el corazón más en las reminiscencias andinas.
Casi para
terminar, prevalece el tema de la sexualidad, que en un principio expresa la
violencia de la urbe, luego esta se dulcifica (vallejianamente hablando) en la
parte titulada “Viernes”, con versos de gran belleza como este: “Mi corazón es
un Volkswagen sucio y oxidado/ donde juegan los niños de madrugada”. Acabando
el libro con una intensidad pocas veces antes vista en nuestra tradición, la cual
me recuerda a César Moro.
Mashqa se
enriquece por medio de este diálogo con muchas poéticas. Un cúmulo de lecturas
se funden tras esta mirada que inicia con la frase “Les presento la vida” y que
acaba con su contraparte “Les presento la muerte”, como si en el libro estuviera
todo dicho; pero sin agotarse.
ME LLAMO SUDOR
…ante Todo
…ante Todo
padre madre de
familia señorita joven estudiante
disculpen por
infectar su lindo viaje
pero es que no
no puedo más
esta ciudad
esta hemorragia
me aúlla desde
no sé dónde
me endurece el
riñón me pudre
y como huayco
me hace parar frente a ustedes
con esta
garganta rastrillando el aire
con todo el
polvo que tragué pa salir de mi madre
con este poema
humilde y honrado
a pedirles un
bastón a pedirles un apoyo
una mañana que
no me destripe los ojos
una palabra de
fuertes brazos
y sobre todo
algo pa mis hijos señores pasajeros
tenía seis me
acuerdo
uno se me ha muerto
al otro me lo mataron
y más pa que te cuento
ahora sólo hay
tres de nuevo y viene otro
aplastados por
la misma estera en el mismo arenal
que se puso
nombre de santo a ver si dios
le voltea la
cara más seguido
que se bendice
a sí mismo se confiesa consigo
se da sus
propias limosnas
a ver si el
cielo deja de ser una espalda
a ver si este
óxido suelta mi fe y mi rodilla
suelta esa
ventana tuya amigo pero no me ignores
no vengo con
las palabras vacías no
aquí justo aquí
en esta bolsa traigo más historias
bañadas en
chocolate almendras y mi sed rabiosa
pa
testimoniarte sobre algo
algo que nos
amenaza por detrás a todos
jadea desnudo y casero
vacío y estrecho
yo le llamo Sudor
el resto le llama pobreza
y te jala de
los pies
te dice hasta
aquí llegaste despídete de tu voz
camina chueco
ponte ojos de anémico
y anda corre
vuela y entra en esa custer huyendo
agárrate como
puedas náufrago
mira al frente
sin frente y diles que eres
ex presidiario
si tienes la cara
diles que no
tienes padre ni madre si eres flaco
diles que
llevas medio pulmón medio páncreas
diles que
llevas todo el sida que se pueden imaginar
o diles como yo
que tienes tres o cuatro hijos
porque nadie te
va a creer que tienes ocho nueve diez
debes decir un
pan a la mesa de mi hogar
aunque no sepas
lo que es un pan
aunque no
tengas mesa ni mucho menos un hogar
no les digas
que son caramelos salvándote el día no
diles que son
ricos productos golosinarios sabor a limón
Producto
Peruano
elaborados por
la fábrica Emergencia aquí Emergencia
porque también
vengo del Más Allá que te duele
vengo de Ancash
Loreto Cajamarca Piura Cuzco
soy de Puno
Amazonas Pasco Andahuaylas
soy de Ayacucho
quiero juntar
algo pa mi sonrisa y mi pasaje
mi piel de
granito y de cara a la asfixia
porque aquí en
Lima todos muerden
Todo muerde
mira no más por
tu ventana señor pasajero
mira a tu
costado el hambre no te miento
recuerda
cuántas veces preferiste ser esa botella
aplastada rueda
tras rueda sin razón
o esa bolsa
negra que vuela y vuela arrastrada por el viento
por la pista
por el sueño sin que no le duela nada
sea lo que sea
amigo amiga sea lo que sea
menos algo que
debe levantarse inocente por la mañana
mañanas en que
todo apesta
todo está
parido por la Gran Mosca
mañanas en que
rendido dices no
por favor no a
mí ya no
y de todas
formas te abren al ombligo
te jalan del
intestino te enrollan a un mazo
y dale contra
esta vereda dale sobre esta reja
dale con estas horas
extras en las nalgas
dale con esta
realidad en la espalda
mañanas en que
dios no te da un sombrero sino un ataúd
mañanas en que
te empujan y te la empujan más y más
te atraviesan
los hijos los nietos de los nietos
los amigos los
cuñaos las comadres que no bendicen
y con todos
ellos a moverte sin quejarte sin gritar
o serás
arrastrado por este sangrado de carajos y pólvora
sin orillas sin
un todo saldrá bien porque de aquí no sale nadie
y porque nadie
tiene el sudor comprado señorita joven estudiante
esto repito es
un poema humilde y sobre todo honrado
viejo y filoso
de tierra y flema
cachuelero
pa lanzarte el
himno de mi huesos
no tendré más
bandera que mi cadáver
pero tampoco
tengo en cuatro patas el alma
soy este brazo
escarbando de arriba abajo este pecho de lata
esta mano
callosa espantando a los zancudos del corazón de mis hijos
somos plaga y
paisaje
somos muchachos
provincianos nos levantamos muy temprano
para ir con mis
hermanos a trabajar a quitarle trozos de oxígeno
a este cielo
que más parece abismo
y soy como
ustedes a las justas un hombre
un pasajero más
de esta hambre sin paradero
y esta tarjeta
gimiéndote soy sordo soy mudo soy ciego
soy peruano
porque tengo a
la mitad de mi madre en el Hospital dos de mayo
tengo a papá en
el Lurigancho abrigado sólo por una cuchara
comiendo
barrotes que no bailan
y tengo a mi
hermanita ganándose los frijoles de noche
usando los
tacos que tanto odia
con hombres a
los que no debo mirar
papá dijo es cosa de grandes
mamá no dijo nada…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario