lunes, 27 de julio de 2020

¿Puedes hacer una casa y un techo sin soltar el lápiz? (reseña sobre Mashqa de Antonio Chumbile)




Uno toma este libro en sus manos, lo examina y lo que destaca inmediatamente, es que no tiene nada escrito en sus exteriores. Tanto en la portada como en la parte posterior, no figura un título ni el nombre de su autor. Uno halla únicamente una cartulina de color rojo, un montón de hojas pegadas, sin lomo. Diría que “materialmente”, parece más un cuadernillo o un block, que un libro. Lo que viene a la mente desde un inicio es la idea de precariedad.

Ya al interior de este, puede leerse el título que reza “Mashqa” (Sin editorial, 2015), de Antonio Chumbile (Lima, 1990) y uno puede colegir tras notar como este ha sido elaborado, que este libro fue “escrito con las mismas manos del autor, física y simbólicamente hablando.

El libro inicia con la frase, “Les presento la vida”, una presentación que apela a un nosotros,  y que aparenta ser un nacimiento interrumpido, “Pujamos muertos” (mucho pesimismo en este gesto), seguido por un epígrafe de su mamá “Naciste para llorar./ Creíamos que eras mudo./ Por eso tuvieron que pegarte” como si la experiencia de la vida indefectiblemente te recordara la presencia de la muerte. Seguidamente, en los primeros versos, la interlocución “Claro hermano cómo no/ cuánto alivio sería nacer/ con un poemario bajo el brazo” y allí después de referir la palabra “precariedad” uno puede pensar en otra: “desamparo” y en como la poesía salva.

El poemario está dividido en los siete días de la semana, pero empezando por el domingo. La identificación con el libro del Génesis de la Biblia y la creación es casi directa. Todos estos elementos configuran la imagen del nacimiento a la vida ¿literaria?, resaltando que este génesis parte del día en que Dios estaba descansando, lo cual sugiere una postergación que experimenta este sujeto poético, que aparece cuando nadie lo ha llamado.

Lo que sigue a continuación son mayormente poemas de largo aliento con una propuesta verbal que impresiona por su diversidad de recursos, que asemejan la propuesta del “poema integral” propugnada por Juan Ramírez Ruiz y Jorge Pimentel en Hora Zero, de querer expresarlo todo y a todos, especialmente la voz de aquellos sujetos que no tenían espacio dentro de nuestra poesía. Allí se despliega: el uso recurrente de aliteraciones, alocuciones en segunda persona (no muy comunes), el empleo de técnicas empleadas por la vanguardia como la interacción entre imágenes y textos, inserciones de direcciones de páginas de internet, la habilidad para quebrar la sintaxis convencional y generar pasajes polifónicos como: “SOMOS NUEVA PIEL/ te estiro hasta mi techo/ mis bolsas/ y eructamos Yunza/ estallo CaRnAvALeS!” que evidencian un conocimiento de nuestra tradición poética, donde confluye lo conversacional, lo barroco y otras tendencias, que recuerda a otros autores, especialmente peruanos, pero que Chumbile resuelve en una poesía con estilo personal.

Si en Vallejo la relación con el espacio familiar es clave, por ser depositario de un lugar de seguridad y amor, en el caso de Chumbile la familia es un espacio generador de violencia, como expresión de cómo es el mundo, que lo golpea de manera inusitada y rutinaria. En las dos poéticas se percibe una voz poética que vive el desamparo, pero en el caso de Chumbile por lo antes referido, no hay retorno, no hay nostalgia que sentir.  Los dos hablan con Dios directamente, a la manera de personajes bíblicos, marcados además por una ética que resalta la solidaridad con los demás seres humanos.

En otros pasajes el lenguaje de Mashqa recuerda poéticas urbanas como la de los versos “aconchasumadrados” de Jorge Pimentel, reiterando puntos en común con HZ, u otros nombres en una línea similar. Poemas pedestres, que suben a los buses, poemas albañiles, con cemento en los zapatos, como los de Leoncio Bueno, o de Cesáreo Martínez en “Cinco Razones Puras para comprometerse con la huelga”, el cual pondría como contratapa de su libro, las palabras de un obrero de construcción civil, en franca alusión a la extracción popular de su poesía. Chumbile en cambio, pone como citas las palabras de personajes como su “mamá” o su “profe”, evidenciando una retórica de la humildad.
Lo oral se reivindica frente a lo escritural, se da una reinversión de la relación de poder en el lenguaje poético. Oral que es más cercano al grito, al clamor popular, al que ignora la escritura, al que no accedió a la educación pero que eso tampoco lo calla. Dice: “Puedes hacer una casa y un techo sin soltar el lápiz?/ Nosotros hicimos un pueblo sin soltarnos la lengua”.

Oralidad que va de la mano con una estética de la precariedad, una poética de la pobreza, un uso del lenguaje como un material innoble, pero lleno de vida, que recuerda algunos elementos de la obra de Domingo de Ramos, en el lenguaje lumpenesco que por momentos aborda: “Pero más cerca de mí que la poesía esta la pelada maldad, viejo./ La chela. Mi esquina cicatrizada aquí, aquí y aquí”; en esa violencia caminando por el arenal, en el ritmo trepidante, pero con una mirada actual, que decanta, como un huayco poderoso. Si pudiera ponerle música a los dos, elegiría algún tema de la movida subte para Domingo y un huayno para Chumbile. Los dos como expresión de un sujeto poético migrante; Domingo más afincado en Lima y Chumbile en cambio, con el corazón más en las reminiscencias andinas.

Casi para terminar, prevalece el tema de la sexualidad, que en un principio expresa la violencia de la urbe, luego esta se dulcifica (vallejianamente hablando) en la parte titulada “Viernes”, con versos de gran belleza como este: “Mi corazón es un Volkswagen sucio y oxidado/ donde juegan los niños de madrugada”. Acabando el libro con una intensidad pocas veces antes vista en nuestra tradición, la cual me recuerda a César Moro.
Mashqa se enriquece por medio de este diálogo con muchas poéticas. Un cúmulo de lecturas se funden tras esta mirada que inicia con la frase “Les presento la vida” y que acaba con su contraparte “Les presento la muerte”, como si en el libro estuviera todo dicho; pero sin agotarse.




ME LLAMO SUDOR

…ante Todo
padre madre de familia señorita joven estudiante
disculpen por infectar su lindo viaje
pero es que no
                       no puedo más
esta ciudad esta hemorragia
me aúlla desde no sé dónde
me endurece el riñón me pudre
y como huayco me hace parar frente a ustedes
con esta garganta rastrillando el aire
con todo el polvo que tragué pa salir de mi madre
con este poema humilde y honrado
a pedirles un bastón a pedirles un apoyo
una mañana que no me destripe los ojos
una palabra de fuertes brazos
y sobre todo algo pa mis hijos señores pasajeros
tenía seis me acuerdo
       uno se me ha muerto
             al otro me lo mataron
                   y más pa que te cuento
ahora sólo hay tres de nuevo y viene otro
aplastados por la misma estera en el mismo arenal
que se puso nombre de santo a ver si dios
le voltea la cara más seguido
que se bendice a sí mismo se confiesa consigo
se da sus propias limosnas
a ver si el cielo deja de ser una espalda
a ver si este óxido suelta mi fe y mi rodilla
suelta esa ventana tuya amigo pero no me ignores
no vengo con las palabras vacías no
aquí justo aquí en esta bolsa traigo más historias
bañadas en chocolate almendras y mi sed rabiosa
pa testimoniarte sobre algo
algo que nos amenaza por detrás a todos
        jadea desnudo y casero
                          vacío y estrecho
       yo le llamo Sudor
       el resto le llama pobreza
y te jala de los pies
te dice hasta aquí llegaste despídete de tu voz
camina chueco ponte ojos de anémico
y anda corre vuela y entra en esa custer huyendo
agárrate como puedas náufrago
mira al frente sin frente y diles que eres
ex presidiario si tienes la cara
diles que no tienes padre ni madre si eres flaco
diles que llevas medio pulmón medio páncreas
diles que llevas todo el sida que se pueden imaginar
o diles como yo que tienes tres o cuatro hijos
porque nadie te va a creer que tienes ocho nueve diez
debes decir un pan a la mesa de mi hogar
aunque no sepas lo que es un pan
aunque no tengas mesa ni mucho menos un hogar
no les digas que son caramelos salvándote el día no
diles que son ricos productos golosinarios sabor a limón
Producto Peruano
elaborados por la fábrica Emergencia aquí Emergencia
porque también vengo del Más Allá que te duele
vengo de Ancash Loreto Cajamarca Piura Cuzco
soy de Puno Amazonas Pasco Andahuaylas
soy de Ayacucho
quiero juntar algo pa mi sonrisa y mi pasaje
mi piel de granito y de cara a la asfixia
porque aquí en Lima todos muerden
                     Todo muerde
mira no más por tu ventana señor pasajero
mira a tu costado el hambre no te miento
recuerda cuántas veces preferiste ser esa botella
aplastada rueda tras rueda sin razón
o esa bolsa negra que vuela y vuela arrastrada por el viento
por la pista por el sueño sin que no le duela nada
sea lo que sea amigo amiga sea lo que sea
menos algo que debe levantarse inocente por la mañana
mañanas en que todo apesta
todo está parido por la Gran Mosca
mañanas en que rendido dices no
por favor no a mí ya no
y de todas formas te abren al ombligo
te jalan del intestino te enrollan a un mazo
y dale contra esta vereda dale sobre esta reja
dale con estas horas extras en las nalgas
dale con esta realidad en la espalda
mañanas en que dios no te da un sombrero sino un ataúd
mañanas en que te empujan y te la empujan más y más
te atraviesan los hijos los nietos de los nietos
los amigos los cuñaos las comadres que no bendicen
y con todos ellos a moverte sin quejarte sin gritar
o serás arrastrado por este sangrado de carajos y pólvora
sin orillas sin un todo saldrá bien porque de aquí no sale nadie
y porque nadie tiene el sudor comprado señorita joven estudiante
esto repito es un poema humilde y sobre todo honrado
         viejo y filoso
                de tierra y flema
                               cachuelero
pa lanzarte el himno de mi huesos
no tendré más bandera que mi cadáver
pero tampoco tengo en cuatro patas el alma
soy este brazo escarbando de arriba abajo este pecho de lata
esta mano callosa espantando a los zancudos del corazón de mis hijos
somos plaga y paisaje
somos muchachos provincianos nos levantamos muy temprano
para ir con mis hermanos a trabajar a quitarle trozos de oxígeno
a este cielo que más parece abismo
y soy como ustedes a las justas un hombre
un pasajero más de esta hambre sin paradero
y esta tarjeta gimiéndote soy sordo soy mudo soy ciego
                       soy peruano
porque tengo a la mitad de mi madre en el Hospital dos de mayo
tengo a papá en el Lurigancho abrigado sólo por una cuchara
comiendo barrotes que no bailan
y tengo a mi hermanita ganándose los frijoles de noche
usando los tacos que tanto odia
con hombres a los que no debo mirar
                papá dijo es cosa de grandes
       mamá no dijo nada…