lunes, 29 de mayo de 2023

“En este cuerpo cosplay, los mensajes iluminan la noche, las uñas apretando send” (Reseña sobre “Trilogía de la expansión” de Ramiro Vicente)

 




“Trilogía de la expansión” (Animal de invierno, 2023), del poeta argentino Ramiro Vicente (Buenos Aires, 1973), reúne poemas de tres libros: “Semántica Sur", "Incamino" y "Distopics” (el último hasta este momento, inédito). El conjunto entrega propuestas independientes, pero también interconectadas, entre otros aspectos, por un contexto social y político que oprime al sujeto poético que aquí se presenta, y la forma como éste, enfrenta eso. Es aquí que aparece el sentido de la expansión que se nombra en el título, para sortear aquello que impide al sujeto desarrollarse, personal y poéticamente, y alcanzar un estado, que pueda de alguna manera estabilizarlo frente al mundo en desequilibrio, que habita. Eso sí, una estabilidad que no renuncia al movimiento; al contrario, lo necesita y para ello viaja, y recorre diferentes lugares, físicos, geográficos, naturales, pero también virtuales. Cosa de la cual comentaré un poco más adelante.

Ya la portada de la trilogía diseñada por el gran Liniers, da algunas señales; en tanto que es una ilustración, pero a su vez una lectura del libro, por lo certera en lo conceptual. Mostrando la imagen de un hombre, dividida en tres cajones, aludiendo a los tres libros. Pienso que resume de alguna forma el marco general de esta entrega, aunque no agota el sentido del conjunto. En esta imagen aparece un solo individuo, como sucede en esta propuesta. Es el sujeto poético, y lo que sucede en su cabeza; esa mirada, llena de ideas, sonidos y ritmos generados tras la relación que establece con el entorno. La acción que realiza es clara, la de avanzar, dando pasos, yendo en buses, carros, nunca detenido en un solo lugar.

Ahora, partiendo de la premisa que se desprende del constante desplazamiento, habría que ver como se realiza poéticamente esa acción a través de estos libros.

En Semántica Sur, el poema pórtico, podría asumirse como una arte poética, que se presenta como un letrero de camino, testimoniando, señalando lo que viene, las señales del viajero, los pertrechos del viaje, los motivos y el destino del mismo. Abro cita:

“poesía de la pampa/ anestesiada de ruta/ a través de torres de luz ganada/ la ventana/ silenciosa donde se ve/ la mirada esteta de hambre vaca/ la metonimia peronista/ la metáfora/ épica/ arremangada/ irrenunciable”
Cierro cita. 

Habla de la pampa, del campo, de las ventanas silenciosas, de las metáforas épicas, arremangadas; con ello sugiere una actitud activa en la lucha, por el cambio entre tantas desigualdades que se viven. El sujeto poético recorre con ojos peronistas esos pueblos y ciudades desde las cuales proviene y a las cuales vuelve, o a aquellas a las cuales llega, como podría ser Lima, el DF u Oruro, pero con las cuales de todas formas se siente hermanado, y es que si bien es cierto lo argentino marca, más que todo es lo latinoamericano.

Desde el título, “Semantica Sur”, primer libro de la trilogía, se identifica una necesidad por dar significado a aquello que conforme uno va leyendo, identifica como difícil de definir, estabilizar, generando una tensión que recorrerá todo el libro, expresado en un ritmo más cortante y marcado, que en los títulos siguientes. Ese ritmo de batería salvaje, crea la sensación de un llamado a tomar acción frente a lo que vivimos, como si el tamborilero de la batalla, estuviera en clave de rocan rol, por las alusiones que se dan, a música de ese género, que en el siguiente libro, persistirá al incrustarse frases de canciones de artistas como Charly García.

La exposición fragmentaria y la multiplicidad de elementos es otra constante en este primer libro. Presentando el panorama de estos versos como puzzles, creo yo, por la necesidad de querer poetizar sobre una realidad fracturada, un rompecabezas con todas sus piezas dispersas, que solo pueden formar eslabones de sentido, únicamente a través de medios alternativos, como el que proporciona la poesía
En el segundo libro que contiene esta trilogía, “Incamino”, se dan poemas de más largo aliento, la fuerza de la poesía se libera con un tono por momentos algo beatnick. El poema “El aullido” de Allen Ginsberg vino a mi mente, cuando Ramiro poetiza la ciudad; lo urbano y lo social, en lo delirante. Cito:

“alejado de todo/ abrazado a mi arquitectura/ oprimo mis ojos/ balbuceo mi nombre/ y me/ persigno/ por las calles del sur/ con los labios desencajados del ácido”
Cierro cita. 

De alguna manera, el sujeto poético encarna la realidad política y social que lo circunda, somatizándola a través de su cuerpo. Cuerpo que a su vez es palabra poética misma. Vuelvo a citar:

“en mi cuerpo/ la existencia se disfraza de arma nocturna/ por si vienen por los caños/ estoy combatiendo el capital/ con mi historia despareciendo”
Cierro cita

El uso de personificaciones de los ambientes urbanos me remiten a poéticas como la de Oliverio Girondo en sus “Veinte poemas para ser leídos en el tranvía” o Carlos Oquendo de Amat y sus “5 metros de poemas”, dos representantes de la vanguardia latinoamericana: Pero a su vez, a  la presencia de un flaneur, o paseante, (conocido sujeto aparecido por primera vez en las novelas de Victor Hugo y los trabajos de Baudelaire, que recorre los cascos urbanos, siguiendo aquel spleen o especial atmósfera de ensimismamiento por las grandes ciudades, como eternos mundos artificiales, fascinado por las múltiples mercancías puestas a la venta) un flaneur que vaga, pero no por la París de la segunda mitad del siglo XIX, ni la Lima de los años 20 de Oquendo, sino por la latinoamérica de los años 2000 colapsadas por el hacinamiento y la precariedad económica y social que vive hasta ahora, por razones que provienen desde la colonia. La presencia de ese flaneur es explícita en más de una oportunidad. Cito como ejemplo:

“yo limpio mi cuerpo con vinagre/ mientras alimento visiones/ con el spleen de Coyoacán/ hipnotizado”

O cuando dice luego en el mismo poema. Cito:

“el silencio del zócalo/ registra mi vagar”
Cierro cita.

En el último libro que conforma la trilogía, “Distopics”, también hay otra alusión al “flanear”. Cito:

“en el spleen de estos días eléctricos/ las imágenes derretidas y ausentes brillan”.

Aunque en esta parte de la trilogía, lo que se privilegia, es la fantasía y las posibilidades que ofrece. El lugar que se ocupa ya no es físico, sino virtual. Espacio que el sujeto poético aprovecha para desplegar una propuesta más versátil, en el sentido que ya no solo problematiza referentes reales, sino que arriesga estéticamente, por ocupar un ambiente artificial que él mismo crea, el cual recorre performando, actuando. Cito:

“en este cuerpo cosplay que es/ medialuna tibia y libre como el mato grosso.”
Cierro cita

La expansión largamente mencionada, se da través de esta puesta en escena, que propone la figura del cosplay (que abrevia la palabra en inglés, “costume”, disfraz, con “play”, jugar, que sería como jugar con el disfraz) disfraz que en el caso de Ramiro, sería el lenguaje. Generando una serie de circunstancias estéticas que generarán una vuelta de timón en esta última entrega “Distopics”, con relación a toda su obra.

“La Trilogía de la Expansión”, de esta manera, presentaría desde mi perspectiva, un camino que en primera instancia, con “Simbólica Sur”, se presenta con una oscuridad, que expresa el lugar previo al nacimiento de una poesía. Oscuridad y fuerza con muchos deseos de aparecer, pero que, como todo nacimiento, implica también un encuentro violento con el mundo que encuentra allá afuera, para tras ello, proponer un decir, una palabra y aspirar en ella a un significado. Cito un verso de ahí:

“un balbuceo blanco sobre la ruta de los edificios”.
Cierro cita.

Ese balbuceo se deja sentir en esa primera parte. En la segunda estación, “Incamino” la poesía ya se abre paso con largos poemas ríos, y una claridad y recursos estéticos que denotan que se han dado ya varios pasos más en esta expansión, para llegar al tercer libro, “Distopics”, como el lugar de mayor consciencia poética, donde la propuesta se complejiza, y el juego lúdico de la poesía de desarrolla, generando de ese modo una poética, que se perfila a un propuesta mucho más personal y original por parte del autor. 

Por último, algo para resaltar es la importancia que se le da a la figura del cuerpo, sobre lo cual algo ya habría dicho, hecho que me parece tiene una importancia transversal en todo el conjunto. Esta importancia se evidencia no solo en la forma que actúa en varios poemas, sino en la referencia directa que se hace a el. Es a través de este que el sujeto poético procesa todo lo que vive, analiza e imagina: como protesta, como disfrute, como cansancio, como cosplay, en fin, de múltiples maneras, apareciendo entre los muchos aspectos a tomar en cuenta, a la hora de destacar esta trilogía.